A poco menos de 60 kilómetros de Madrid y a orillas del río Henares se levanta la antigua Wad-al-Hayara (río de piedras en árabe).
En el año 1085, siendo rey castellano Alfonso VI, fue definitivamente conquistada a los musulmanes. Según la leyenda, la toma de la ciudad la encabezó Álvar Fáñez de Minaya, uno de los lugartenientes del Cid.
Entre sus hijos más ilustres pueden citarse el dramaturgo Antonio Buero Vallejo y el escultor Francisco Sobrino.
El Palacio del Infantado es la joya arquitectónica de la ciudad. Fue residencia de los Mendoza. Su construcción se debe a los arquitectos Juan y Enrique Guas y se comenzó en 1483 a instancia de Íñigo López de Mendoza, segundo Duque del Infantado. En diciembre de 1936 un bombardeo de la aviación franquista lo destruyó casi por completo. Destacan la fachada plateresca y el hermoso Patio de los Leones, así como los frescos del pintor italiano Rómulo Cincinato, que decoran los techos de algunos de sus salones (como la Sala de Atalanta o la Sala de las Batallas). Su planta baja está ocupada por el Museo Provincial de Bellas Artes.
Palacio del Infantado
Patio de los Leones
Tapiz
Sepulcro de Aldonza Mendoza
Sala de Atalanta
Escudo de los Mendoza
Sala de las Batallas
Estatua del Cardenal Mendoza
El Museo Francisco Sobrino, instalado en las naves del antiguo matadero municipal, fue inaugurado en 2015. Uno de sus espacios expone permanentemente unas 40 obras del escultor local Francisco Sobrino.
Torreón de Álvar Fáñez de Minaya, uno de los restos de la vieja muralla
Ayuntamiento
Concatedral
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